Las obras de tres escritores y una escritora se alzaron anoche como ganadoras del LXIV Concurso Nacional de Literatura Ricardo Miró. Anualmente el Instituto Nacional de Cultura (INAC) convoca a este concurso donde nuestros escritores compiten en pos del premio a la excelencia de las letras panameñas.

El Gobierno Nacional otorga B/. 15 mil balboas para el autor de las obras galardonadas en cada categoría y la publicación de las mismas. La entrega de dichos premios se realizará en ceremonia especial, este viernes 27 de octubre en el Teatro Nacional a las 7:00 de la noche.


DOBLEMENTE GANADORES

Con un público expectante se realizó la apertura de plicas y se pronunciaron los nombres de los galardonados: Celestino Araúz, ganador de ensayo con la obra “Bocas del Toro y el Caribe Occidental: periferia y marginalidad Siglo XIV-XIX”; el doblemente triunfador de la noche fue Ariel Barría Alvarado quien se alzó con dos galardones en las categorías cuento: “Ojos para oír” y novela “La casa que habitamos”. En el género poesía, triunfó José Carr con el poemario “Reino adentro (Más allá de la rosa); Mireya Hernández fue la triunfadora en la categoría teatro con la obra “Sucedió en enero”. Cabe destacar que la escritora Mireya Hernández se hace acreedora del Premio Miró por segunda vez de manera consecutiva. En la versión 2005 del concurso fue la ganadora del premio Novela por su obra Crónica de caracoles, recientemente publicada por el Instituto Nacional de Cultura – INAC.

Sobre el trabajo de Celestino Araúz, el jurado –integrado por Tomás Herrera Cáliz (Panamá), Víctor Manuel Rodríguez (Panamá) y Amalia Chavarri (Costa Rica) – manifestó lo siguiente: “esta obra tiene a su haber los siguientes méritos: rigor metodológico, estilo ameno y claro. Aporta además, en forma relevante, al conocimiento de la historia panameña”.
La obra de Ariel Barría Alvarado “Ojos para oír”, los criterios del jurado compuesto por María Elena Llana (Cuba), Renán Alcides Orellana (El Salvador) y Dalys Vargas (Panamá) fueron: “logra interpretar la idiosincrasia, la psicología nacional de cada país latinoamericano del que proceden los integrantes del taller, recogiendo hechos relevantes de esos países”.
“Reino adentro (Más allá de la rosa)” – poemario ganador de José Carr – recibió de Stella Callioni (Argentina), Eligio Salas (Panamá) y Fernando Rendón (Colombia) estos criterios: “existe en el autor un profundo compromiso con el lenguaje, un esmerado esfuerzo de producción, sin regir ni la calidez ni la emoción contenida, con una gran capacidad de síntesis y austeridad”.

La dama ganadora de la noche, Mireya Hernández, con la obra “Sucedió en enero”, recibió los criterios valorativos del jurado compuesto por Humberto Arenal (Cuba) y Agustín Del Rosario (Panamá) los méritos siguientes: “Es hermosa la fábula que se cuenta, tratando de dar cuenta de un hecho significativo en la historia de Panamá. Nos gusta cómo están trazados los personajes y que la trama central vaya más allá de la búsqueda de la emoción asociada a los hechos que la acción misma. En varios momentos resulta cinematográfica, por el predominio de la imagen sobre la palabra”.

En novela, la obra ganadora “La casa que habitamos” fue la obra con la que Ariel Barría Alvarado obtuvo su segundo galardón de la noche. Los jurados Luis Barrera Linares (Venezuela), Julio Valle Castillo (de Nicaragua, quien estuvo ausente pero envió su dictamen) afirmaron lo siguiente: “Destacamos en esta novela el excelente tono de humor, como también la narración y concatenación de los hechos, por tratarse de una obra que critica la corrupción política y judicial sin tono pedagógico explicito ni exposiciones moralistas, mediante un lenguaje completamente fluido, con enigmas que se van resolviendo en los capítulos sucesivos, sin ningún tipo de truculencia”.