Deseo que sepan, queridos lectores
que un sólo poema no cambia mi vida:
Mi vida está llena de alegres amores
y nunca imagino encontrarme en huída.

Un viejo poeta se hubo despedido,
cuando yo estudiaba en la "Vieja Casona",
él era un poeta que había sufrido
y un día muy triste se fué en persona.

La métrica y rima que él dominaba
hicieron que cambie mi nóvel estilo,
por eso el poeta siempre se jactaba
diciendo que yo era su mejor pupilo.

Siempre me decía que era un pasajero
y que en esta vida estaba de paso,
quizo así el destino que un día de enero
su vida se fuera con un fogonazo.

Por eso el poema del siete de octubre
recuerda a mi amigo, el poeta de antaño.
Quisiera que sepan que mi verso cubre
recuerdos que a todos les han hecho daño.

Ustedes, Amigos, alegran mi vida,
por eso me siento yo muy sorprendido,
si acaso ese verso ha causado una herida
¡...Perdón por el verso... perdón yo les pido...!
- - - - - - - - -
Mariano Bequer.
Maracaibo, 08/10/04