Tengo un telescopio de indecible alcance,
De valor incalculable y cuando no veo claro hago uso de el.
Es el más prodigioso de todos los avances,
Alguien me lo obsequiara el día de nacer.

De igual modo poseo un ser resplandeciente,
Que aunque nadie lo vea camina junto a mí.
Es rica, poderosa, humilde y persistente,
Y me alumbró en las noches cuando sola me vi.

Y así de igual manera tengo otra buena amiga,
Que me ha enseñado siempre a dar sin recibir,
Pero también me obsequia mucho amor cada día,
Que con todos yo quiero ese amor compartir.

¿Donde esta el telescopio?, preguntará el lector,
¿Y de donde saliera el ser resplandeciente?
Y quien será la amiga que le da tanto amor?
Pues todo ser humano tiene esos ingredientes.

Yo en respuesta le digo a todas esas preguntas:
El telescopio es la fe, que siempre me acompaña,
El ser resplandeciente, la esperanza que tengo
En salir delante de todos mis quebrantos,
La bondad, es la amiga que no me abandona,
Son los tres ingredientes que también tienes tu!