vemos, sentimos, recordamos...
un lugar sencillo,
con un nombre mundano,
y ahí queda una parte de nosotros.

viviendo en un recuerdo,
con rencor a la existencia.

entre las hojas del viento,
la fría mañana con su aliento incómodo,
los labios tibios de la mujer deseada,
nosotros permanecemos aquí.

Mas nada se pertenece,
la palabra enmudece,
la vida se desangra,
entre luces y arquitectura,
tus suaves manos...
siempre delicadas.

¿qué hacemos ahora?
tan cerca...
hemos olvidado,
nos hemos desvanecido;
de mí un poco
en tu cabello,
de ti solamente tu mirada,
en mis ojos eternos.

caminamos por las calles
de la nada,
era tarde...
entre sombras de luces,
repentino fue el abrazo,
furtivo, de pie, de rodillas...
ante ti, le envidio.

muchos días llenos de ti,
y vacío aún suspiro,
bebiendo de tu sonrisa,
en esta noche que se concibe
como memoria.