agonia english v3 |
Agonia.Net | Policy | Mission | Contact | Participate | ||||
Article Communities Contest Essay Multimedia Personals Poetry Press Prose _QUOTE Screenplay Special | ||||||
|
||||||
agonia Recommended Reading
■ The oak
Romanian Spell-Checker Contact |
- - -
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 2005-05-26 | [This text should be read in espanol] | Submited by Edilberto Gonz谩lez Trejos
Inspirada en VOLTAIRE
*************** Durante los primeros a帽os del hospital de ciegos, como se sabe, todos los internos detentaban los mismos derechos y sus peque帽as cuestiones se resolv铆an por mayor铆a simple, sac谩ndolas a votaci贸n. Con el sentido del tacto sab铆an distinguir las monedas de cobre y las de plata, y nunca se dio el caso de que ninguno de ellos confundiese el vino de Mosela con el de Borgo帽a. Ten铆an el olfato mucho m谩s sensible que el de sus vecinos videntes. Acerca de los cuatro sentidos consiguieron establecer brillantes razonamientos, es decir que sab铆an de ellos cuanto hay que saber, y de esta manera viv铆an tranquilos y felices en la medida en que tal cosa sea posible para unos ciegos. Por desgracia sucedi贸 entonces que uno de sus maestros manifest贸 la pretensi贸n de saber algo concreto acerca del sentido de la vista. Pronunci贸 discursos, agit贸 cuanto pudo, gan贸 seguidores y por 煤ltimo consigui贸 hacerse nombrar principal del gremio de los ciegos. Sentaba c谩tedra sobre el mundo de los colores, y desde entonces todo empez贸 a salir mal. Este primer dictador de los ciegos empez贸 por crear un c铆rculo restringido de consejeros, mediante lo cual se adue帽贸 de todas las limosnas. A partir de entonces nadie pudo opon茅rsele, y sentenci贸 que la indumentaria de todos los ciegos era blanca. Ellos lo creyeron y hablaban mucho de sus hermosas ropas blancas, aunque ninguno de ellos las llevaba de las llevaba de tal color. De modo que el mundo se burlaba de ellos, por lo que se quejaron al dictador. 脡ste los recibi贸 de muy mal talante, los trat贸 de innovadores, de libertinos y de rebeldes que adoptaban las necias opiniones de las gentes que ten铆an vista. Eran rebeldes porque, caso inaudito, se atrev铆an a dudar de la infalibilidad de su jefe. Esta cuesti贸n suscit贸 la aparici贸n de dos partidos. Para sosegar los 谩nimos, el sumo pr铆ncipe de los ciegos lanz贸 un nuevo edicto, que declaraba que la vestimenta de los ciegos era roja. Pero esto tampoco result贸 cierto; ning煤n ciego llevaba prendas de color rojo. Las mofas arreciaron y la comunidad de los ciegos estaba cada vez m谩s quejosa. El jefe mont贸 en c贸lera, y los dem谩s tambi茅n. La batalla dur贸 largo tiempo y no hubo paz hasta que los ciegos tomaron la decisi贸n de suspender provisionalmente todo juicio acerca de los colores. Un sordo que ley贸 este cuento admiti贸 que el error de los ciegos hab铆a consistido en atreverse a opinar sobre colores. Por su parte, sin embargo, sigui贸 firmemente convencido de que los sordos eran las 煤nicas personas autorizadas a opinar en materia de m煤sica. (1929)
|
||||||||
Home of Literature, Poetry and Culture. Write and enjoy articles, essays, prose, classic poetry and contests. | |||||||||
Reproduction of any materials without our permission is strictly prohibited.
Copyright 1999-2003. Agonia.Net
E-mail | Privacy and publication policy