(Ahora otoño se sienta pensativo
y ve como sus falanges
caen sobre su sepulcro)

nada sostiene la analogía
entre lo que padezco
lo abstracto
absurdo
ínfimo
pálido
inerte
infinito
casi naufragio
un suicidio frente a frente
a nada
tras los dedos
hilos sosteniendo escombros
arena estelar
interpretación de la existencia
del caos
desequilibrado.
luciérnagas anticoagulantes tratando de escapar
de tocar temporales sordos alrededor del insomnio
enmudecido
iluminado por las sombras de pequeños cielos
regados en el suelo
contenedores de míticas escenas mortuorias
de adormecidas esfinges de metal
aleaciones de lágrimas
mercurio
vidrios manchados
por los rastros de la madrugada.
Desahuciado cóncavo
lengua de fuego
saliva alquitrán
se levanta ola de agujas plastificas
reverbero con triste amigdalitis
dolor de muelas
ínsula sin alma callando
el frió
silenciando el alarido de huesos
el golpe mortal sin respuesta
todo vacío
fúnebre
suspendido a medio abrir de ojos
de corazón
vísceras
neuronas abolladas
todo cuanto pudo ser derruido
lo fue.
enigma de esta bruma
la cifra recrudecida de la llaga
su retorcida mirada
su laberinto cadavérico
su continua lluvia perforando su memoria
reventando sus ampollas
su hierba incinerada
repartida en lapsos de tiempo
de retinas y pupilas ulceradas
dilatadas
que se sostienen de alguna extensión extrasensorial
continuando su mutación
de cría a rey lagarto
a áspid alado.
cascada chorrea
se riega desde el infierno
anterramas resecas
agujereadas
se revuelcan hasta llegar a la luna
hasta vomitar sobre su alfombra movediza
ponzoñosa
erupción blanca
de nieve
murmullo cortejo fúnebre
pequeña nube roja intenta volcar sus crepitaciones
verbo
cruces
flores híbridas reptando alrededor de un rostro entumecido
angelical.