Han sido tres años…
No, espera, cuatro…
Yacías inerme, yo abrazaba
a tu fantasma.
Dirías adiós.
Un adiós merecido;
Te abracé, y tus ojos
acariciaron un poco
de mi pena.
Había que paliar,
consiguiente la indiferencia…
el abandono, el recuerdo;
de los besos robados.
De tu inocencia.
El hecho fue que, sí,
te dejó el amor;
se decidió entre murmullos,
rencores, heridas.
¿sabes? Se le busca…
incansablemente,
tú dices que murió,
pero para mí…
bueno, sólo…
hace cuatro años
que lo tengo conmigo;
muy escondido,
muy lastimado.
Languideciendo y,
desesperado.
Mas ya no somos
los mismos,
él me excede ,
yo te sobro.
Serán ocho días de luto
de memorias, y duelo
velando al amor
que alguna vez…
estuvo en el seno
de nuestra relación.