Si voy mas allá de los sueños
pisoteo las oscuras pesadillas
que se cuelan por los abismos arraigados
del inmenso pasado.

Fantasma de mi lecho, camaleón del destino
discurre la vida en los olvidados manantiales,
la sed que oculta tu rugosa piel se enciende
en las vías del desgastado equipaje
que solo deja un rastro vulgar de pura sangre.

Cuando el sol brillaba en lo alto
y acallaba mis duras penas,
se hizo pronto de noche y no pude perdonar el día,
se que ya he muerto para todos los necios
y no comprendo aún porque he de estar bajo tierra.

Ardiendo en las llamas sempiternas del Hades
quemándome tal vez pueda elevar mis pensamientos,
¡No! no podré morir, mientras solo el fuego azuze
esta alma exaltada.